Cecilia Geijo dirige esta propuesta dramática de Pilar G. Almansa que en clave de realismo crítico especula sobre el poder del entorno en un paisaje social marcado por la ley patriarcal. El buen hijo es la historia de una lucha contra un sistema de creencias. ¿Se puede aprender a respetar lo que se ha enseñado a no respetar? Un hombre se reúne diariamente con la psicóloga de la prisión. no entiende qué hace él asistiendo a terapia. Él no puede ver a un sujeto moral en la mujer a la que violó e hirió. Persiste en negar el daño. La psicóloga a cargo de estas sesiones intenta hacerle ver que sólo él es el responsable de sus actos.
El buen hijo es un texto dramático de Pilar Almansa que, bajo la dirección de Cecilia Geijo, nos sitúa en el Centro Penitenciario Paraleda. El Cachorro es un preso atractivo y carismático condenado por violación que tiene que ir a terapia psicológica como parte de un programa de control de agresores sexuales. La encargada de esa terapia es Fernanda, una nueva trabajadora recién separada que recibió amenazas en su anterior trabajo. El objetivo de Fernanda es hacer entender a su paciente que lo que hizo estaba mal y, para ello, se meterá de lleno en la mente del violador.