El próximo 20 de julio el Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla acoge la obra Rodín de Sergio Bernal Dance Company
lle en las obras de Auguste Rodín invita a una reflexión.
Más allá de la plasticidad de sus formas o del hiperrealismo en los detalles, Rodín comparte su mundo interior. Logra alcanzar una emocionalidad universal que a su vez se convierte en personal, dependiendo de quien contemple la obra.
Todo ello lo consigue rompiendo la visión frontal e invitando al que contempla cada escultura, a rodearla y recrearse en los detalles que le ofrece cada perspectiva.
En el recorrido de esa mirada envolvente, es donde Sergio Bernal descubre la magia del autor y siente la necesidad de darle vida a la obra.
Rodín “El escultor de las emociones” es un ballet que representa una parte del Jardín de Rodin donde las esculturas cobran movimiento mientras que el escultor es testigo de todo ello.
Sergio Bernal elige algunas de las piezas más universales del escultor.
“El Torso de Hombre de Louis XIV” que representa la belleza estética unida a la fortaleza de un Dios conocido como el Rey Sol, interpretándola con la pureza del ballet clásico y el barroco utilizando una estética muy similar a la de la época.
La versatilidad en la danza de Sergio Bernal le permite humanizar la obra “El pensador” a través del lenguaje de la danza española. Consigue trasmitir la visceralidad y la fuerza en la contención del pensamiento, desde la impotencia y el dolor. Para ello se acompaña de los zapateados, la fuerza, la energía y la emoción que trasmite el flamenco.
“El beso” una de las obras más conmovedoras de Rodín donde la pasión y el deseo en el amor invitan a la ternura. En este pas de deux se fusionan dos cuerpos a través del lenguaje neoclásico dando rienda suelta a todos los sentimientos y haciendo partícipe al público de una bella historia de amor.