María Bayo vuelve para hablarnos de Cleopatra, Divina Cleopatra. Tirando del recuerdo de lo que fue su primer papel en la ópera de Händel, María comparte con el público su fascinación por una mujer fuerte, poderosa y que estimó con libertad, pero de la que sólo tenemos constancia a partir de la visión sesgada de testigos masculinos. Del mismo modo, todos los compositores o escritores que han terminado labrando su leyenda como personaje de ficción también han sido mayoritariamente hombres. Y es aquí donde María también tiene algo que decir: ¿Cómo debía ser Cleopatra en realidad? ¿Cómo y por qué la ficción nos la ha acabado pintando así, una ambiciosa mujer fatal, pero una mujer voluble y libidinosa? Al fin y al cabo, Cleopatra, con su icónica muerte por el veneno de la serpiente, ha sido condenada por la historia de la misma manera que todas las heroínas de la ópera, siempre castigadas por haber soñado en amar y vivir libres.
María, en este viaje tanto musical como teatral, nos propone conocer la última reina del imperio egipcio con un repertorio que comienza con la Cleopatra de Händel, para luego adentrarse por terrenos más exóticos, bajo el inusual acompañamiento del acordeón. Sin renunciar a los oropeles del Hollywood clásico, María nos acaba mostrando las mil facetas del personaje, metiéndose en su piel con citas que de Shakespeare a Bernard Shaw. Y así, la cantante acaba mezclando sus puntos de vista sobre el polémico personaje con su propia experiencia vital, como mujer fuerte que se ha hecho a sí misma y que ha llegado muy lejos, pero que por esa misma razón también lo ha tenido que pagar caro.