La comedia teatral Atra Bilis, de Dos Hermanas Catorce, el 4 de noviembre en Cartaya en el Centro Cultural de la Villa como parte de la programación del Ciclo Teatro de Otoño. La obra cuenta la historia de cuatro ancianas llenas de rencor y amargura se reúnen en el velatorio del esposo de Nazaria Alba Montenegro en una noche de tormenta.
El ambiente es propicio para la conversación y surgen los recuerdos, los desamores, los secretos y los odios ocultos, que abren la tapa de los truenos. Secretos y deseos saldrán a relucir en el transcurso de una noche de tormenta: el asesinato de un bebé, la muerte de un gato, infidelidades cometidas hace cincuenta años y engaños del día anterior… Una comedia monstruosa y rural llena de rabia y picardía que no te dejará indiferente.Si Valle Inclán, Berlanga y Almodóvar tuviesen un hijo sería esta obra de Laila Ripoll. Sin dudas.
Los cuatro personajes: Nazaria, Daría, Aurora y Ulpiana podrían ser protagonistas de obras individuales por su fuerte personalidad e interés dramático pero juntos son una autentica bomba explosiva.
La acción se desarrolla en una noche castellana y como vallisoletano en esos silencios en los que no se dice nada y se está diciendo todo, la sensación de hablar por hablar para rellenar ese aire que puedes masticar como la niebla de la rivera y terminar diciendo verdades como puños en forma de punzadas hirientes con sonrisa en la boca.
El imaginario es carnavalesco en la forma y muy verdadero en fondo, teniendo muy cerca la inspiración de la Zaranda y Pedro Almodóvar.
Reparto Atra Bilis:
La estética viajará entre lo onírico y la tierra, abrazando el terreno mágico sin perder de vista las imágenes de los velatorios de mediados de siglo en los Campos de Castilla.
Su director, que cree firmemente y con devoción en el poder sanador del teatro y sobre todo de la comedia, siente que es el momento de poner “Arra Bilis” en pie después de tantos años rondando su cabeza y su corazón. Porque ahora mismo tenemos que extasiarnos para recordamos razones por las que seguir adelante, a pesar de todo y pandemia incluída. Porque hay que reivindicar el ritual de ir al teatro y comulgar colectivamente con las carcajadas y las lágrimas hoy más que nunca.
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